El nacimiento del vino sin alcohol fue una deliciosa casualidad. Corría el año 2003 cuando la idea del vino sin alcohol comenzó a dar vueltas en nuestra cabeza, pero debido a la estricta regulación y particularidades del proceso, no fue hasta cinco años después cuando, gracias a los proyectos llevados a cabo por  nuestro Departamento de I+D+i, la Unión Europea aprobó la práctica enológica para la elaboración de vino sin alcohol. Nuestros vinos sin alcohol son pioneros, hasta tal punto que en 2008 propiciamos la creación de una nueva categoría Nielsen. El nacimiento de WIN fue una invención disruptiva que rompía con todos los conceptos y procedimientos anteriores. WIN es una marca fresca, dinámica y con vocación global, orientada a un público específico de consumidor de vinos sin alcohol.